martes, 1 de septiembre de 2009

CONTAMINACION TERRESTRE







El suelo, desde un punto vista ecológico, es un sistema dinámico donde la materia orgánica es descompuesta por los microorganismos en sustancias diversas, las cuales son absorbidas posteriormente por los vegetales a través de sus raíces.

Expuesto el anterior principio, el incorporar residuos al suelo podría
parecer incluso una forma natural y beneficiosa para las plantas, contribuyéndose al desarrollo de las cadenas tróficas; no obstante,
existen ciertos requisitos para que esa actividad no termine siendo contraproducente.

Salvo las materias expulsadas a la atmósfera, gran parte de los residuos producidos por las actividades humanas, como son los procedentes de los desechos urbanos, son vertidos a los ríos o abandonados en los suelos. Otros muchos de origen industrial, o generados en zonas rurales, son directamente enterrados. Las aguas de lluvia pueden arrastrar todas estas materias hacia capas profundas e incorporarlas a las corrientes subterráneas, las cuales terminarán en parte aflorando de nuevo a la superficie.

Para que todos estos residuos puedan ser procesados por las redes tróficas sin agotar sus posibilidades de depuración, deben ser limitados y estar compuestos únicamente por sustancias biodegradables, ausentes totalmente de toxicidad


LA BIODEGRABILIDAD DE LOS RESIDUOS

La biodegradabilidad es la capacidad que tienen determinados materiales de estructura compleja, para ser degradados por los microorganismos, los cuales los convierten en otras sustancias más sencillas, capaces de ser absorbidas por las redes tróficas.

Las sustancias no biodegradables pertenecen a la categoría de los fenoles y compuestos orgánicos clorados. La industria química genera cada vez más productos de este tipo, que una vez pasan a convertirse en residuos, quedan incapacitados para ser descompuestos por los microorganismos. Muchos de esos productos no biodegradables (o refractarias) son utilizados en el ámbito doméstico, industrial, y en agricultura.

Los productos empleados en agricultura no son menos dañinos, pues pueden ser arrastrados por las aguas fluviales de superficie y subterráneas hacia ríos y lagos, con la consecuente acumulación, que puede perdurar durante mucho tiempo.

La biodegradabilidad de un compuesto está condicionada por las condiciones biológicas en que se produce, así como de su estructura química. Los detergentes, plásticos, embalajes, y otros muchos productos de uso cotidiano, son especialmente resistentes a la acción de la degradación microbiana.

Residuos no biodegradables,

El exceso de residuos, o no biodegradables, satura el proceso de depuración de las redes trófica




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